La Tecnología nos gusta.. ¿demasiado?
“Pensando bien, quizás es que los bloguerillos españoles ya no leen El País. Pensando mal, igual es que ya no leen. Pensando muy mal, quizás es que les importa una mierda la pobreza, mientras tengan conexión “guirelés”
(…)
Las dos terceras partes del sueldo en hipoteca, y aún no os enteráis de lo que se os viene encima, mientras lloráis por vuestro “pedospé” (P2P). Mierda de siglas, mierda de siglo, y mierda de tecnopijos.”
Es una pena que no dé para más esta gran pataleta que leí en republicainternet hace unos cuantos días ya. Una pataleta con un fondo social bastante interesante según mi punto de vista.
¿Por qué hay tantos blogs sobre tecnología actualmente? No hace falta navegar mucho para caer en las redes de los blogs tecnológicos, los hay a montones y algunos se actualizan varias veces al día, mostrándonos lo último de lo último en cuanto a tecnología punta. Una tecnología que en ocasiones se presenta como necesaria y revolucionaria.
¿Pero son realmente necesarios esos inventos tan novedosos? O planteándolo de otra forma: ¿Necesitamos estar constantemente informados de las últimas novedades tecnológicas? ¿Porqué tienen tanto éxito los blogs sobre tecnología moderna? ¿Qué es lo que tiene la tecnología que interesa más que la filosofía, que la sociología y que la política juntas?
Parece claro que la tecnología gusta y mucho. ¿Podría ser que la tecnología nos pareciera fantástica porqué es capaz de camuflar esa imperfecta realidad en la que vivimos?
En cuestiones de tecnología todo parece fantástico y maravilloso. Se nos presenta el futuro en las narices, y nos damos con él constantemente, nos rodea y nos atrae. Ese futuro lleno de luces de colores e impresoras multifuncionales a bajo precio. Ese futuro con móviles de última generación, videoconsolas ultrapotentes con gráficos impresionantes, ordenadores todopoderosos y artilugios más o menos útiles de todo tipo que nos esconden el auténtico futuro. Un futuro tan sumamente perfecto que espanta.
Nos gusta la tecnología, nos lo pone todo un poquito más fácil. Nos lo sirve todo en bandeja. Un móvil último modelo nos sirve para enviar fotos y vídeos, una necesidad básica para todo ser humano. Un reproductor MP3 cada vez más pequeño que es simplemente imprescindible, pues todos los antiguos son realmente grandes, pero no dudaremos en desecharlo cuando salga otro unos centímetros más pequeño. Un ordenador un poquito mejor para poder navegar aún más rápido (lo sé, es mentira). Una conexión de 20 megas para poder piratear a más velocidad. Y más y más, queremos más facilidades, más versatilidad y más perfección para evitar en todo lo posible la realidad.
La realidad de la pobreza a la vuelta de la esquina, de la igualdad, de las oportunidades, de la cultura y de la realidad de la calle.
Esto no es nuevo, lo sé, ni tampoco va a cambiar nada, simplemente es un comentario sobre el éxito global de la tecnología en las sociedades modernas.
Pudiendo ver luces de colores, ¿quien quiere ver otra realidad?
Yo, personalmente, reconozco que las luces de colores me encantan, y los inventos inútiles me parecen graciosos e ingeniosos. Y me gusta la tecnología e Internet y los dibujos de Alejo y Valentina también, y mirar blogs, y fotologs de vez en cuando. Y entiendo que la gente no quiera ser consciente constantemente de la realidad, por mucho que parezca desalmado y capitalista y bélico y anti-solidario.
No estoy diciendo que debemos olvidar la realidad y vivir en nuestro mundo mágico paralelo, pero tampoco debemos vivir auto concienciándonos de lo asqueroso que es todo lo que nos rodea. Hay miles de razones y motivos por los que deprimirse.
Por otra parte, el simple hecho de conocer la realidad no nos hace mejores personas, ni tampoco nos hace mejores personas fingir preocupación por los demás en momentos solidarios globales. Tampoco somos mejores personas cuando donamos dinero un par de veces al año, ni cuando nos “solidarizamos con alguna causa”. Pero sobretodo, no somos mejores personas cuando pensamos que lo somos, porqué actuamos mejor que los demás o porqué creemos que nuestro comportamiento es un modelo a seguir por motivos éticos y filosóficos.
No podemos pensar que actuamos de forma adecuada y correcta y que somos conscientes y solidarios, porqué el simple hecho de tener esa actitud y esos pensamientos significa que queremos auto-complacernos por el mero hecho de tener conciencia, queremos demostrarnos a nosotros mismos que somos buenas personas, porqué nos asusta pensar que sólo somos uno más, que como todo el mundo, comprará regalos esta navidad, pero concienciado de la pobreza en el mundo. Queremos comprar regalos y que nos los hagan, pero queremos estar seguros de que somos buenas personas, sino, sólo seríamos ovejitas que se han dejado arrastrar por la fiebre del consumismo. ¿o no?
“Basta con encontrar aquél plano desde el cual lo blanco parezca negro y la mentira una verdad”
Citando a http://www.republicainternet.com/articulo.php?id=203
Última Modificación: 14.01.2008
son mamadas