Lo quiero todo y lo quiero ahora
No puedo esperar. Necesito tenerlo absolutamente todo al instante. La espera es un acto absurdo, una molestia a la que hasta ahora nos habíamos tenido que adaptar contra nuestra voluntad. Pronto el reinado de la espera y la paciencia habrá terminado. Bienvenidos al ahora.
No comprendo como la gente podía comunicarse mediante cartas en el pasado. El simple hecho de intentar comunicarse con alguien y esperar días a recibir una contestación resulta cómico para mi. Mi móvil me permite conectar con cualquiera al instante, y por eso dependo de él, aunque si puedo usaré Facebok o Skype, porque no me cuestan nada. A veces sale el contestador de un teléfono móvil y cuelgo, ya que la comunicación deja de ser instantánea, y se he llamado es porque quería algo YA.
Si sale un nuevo CD de cualquier grupo, me lo descargo con algún programa P2P. Bueno, ahora ya no, ahora uso Spotify porque no soportaba esperar unos pocos minutos. Incluso con Spotify, me pongo nervioso si antes de 2 segundos no está sonando lo último de Green Day o U2 en los altavoces.
Cuando quiero ver una película soy incapaz de ir al cine y pagar, pero no puedo esperar. Me la bajo con cualquier programa P2P. Como las horas de espera me parecen insoportables, ahora uso cuentas de Rapidshare o Megaupload, que pagan otros, para tenerla en unos pocos minutos. Me sigue pareciendo un tiempo excesivo, así que espero que pronto mejoren las conexiones a Internet sin subir su precio. Necesito un Spotify cinemátográfico.
No leo ningún periódico escrito. ¿Qué sentido puede tener leer las “noticias” del dia anterior?. Eso ya no son noticias. En Internet puedo conseguir la información al instante y sin pagar nada. También puedo escuhar cualquier emisora de radio.
Algunos eventos deportivos se emiten por televisión de pago, pero no me preocupa no poder acceder a ellos. Puedo ver el partido con un pequeño retraso de unos segundos en algunas páginas web. No consigo acostumbrarme a la no inmediatez de este formato, pero poco a poco me molesta cada vez menos. Tengo fe en que pronto el retraso sea imperceptible. También complemento las imágenes con las narraciones escritas en directo de algunos medios deportivos digitales.
Los libros impresos son cosa del pasado. Pronto se convertirán en meros objetos de coleccionismo o fetichismo. Mi lector de ebooks digitales guarda todos mis libros y no pesa nada. No pago por los libros porque me los descargo de Internet. Con mi lector puedo leer lo que quiero cuando quiero. Y yo lo quiero todo YA.
Antes solía ir a las carreras de caballos a apostar. También había hecho algunas pequeñas apuestas entre amigos sobre partidos de fútbol. Lo recuerdo como algo gracioso, con un toque melancólico. Hace ya años que me pasé a las apuestas por Internet. Me parecían increíbles pero luego comprendí que vivía opimido por la tiranía de la espera. Ahora apuesto en directo con lo que se llaman apuestas Live. Por fin puedo perder dinero al instante y desde cualquier parte del mundo.
Las esperas se van reduciendo, pero no al ritmo que desearía. A veces me siento un completo estúpido porque tengo que esperar por algún motivo. Lo peor de la espera es que me impide conseguir otras cosas, y no olvidemos que lo quiero todo. Sueño con el fin de las colas, con el reinado de la inmediatez. Lo quiero todo y lo quiero ahora.
Que lector de ebooks usas?¿
No uso ninguno de momento. La realidad y la ficción se mezclan en el relato. mujajaja,